segunda-feira, agosto 21, 2006

4ª SESSÃO ESPECIAL:

Decorre no passado dia 18 de Agosto a sessão especial dos Meninos da Avó!
O espaço onde decorreu esta sessão foi o Bar 2 ao quadrado.
Como foi anunciado contamos com a presença dos autores Luís Filipe Sarmento e Juan Manuel González a eles se juntou Fernando Dias Antunes, ficando assim completo o trio de declamadores da noite.
Uma sessão multi-cultural onde se deambulou pela língua e cultura Ibérica, vários temas e sensibilidades foram expressados mostrando a diversidade e potencialidade da Poesia como linguagem universal!

De seguida fica um poema lido na sessão:

Até quando?

Nas encruzilhadas do medo e da dor
perante o feérico olhar de Kali e o letal bailado de Shiva
sob a ímpia cadência do longevo látego patriarcal
ferra os dentes no freio da submissão
enquanto caminha vergada
ao peso da lenha que carrega
para o calor da mesa e da cama.


Sagaz guardiã da semente primordial
fonte que a vida sacia de desejo e deleite
segue os peregrinos trilhos de Lakshmi
no ciclo do nascimento e da morte
rumo ao altar da abundância.

Regaço de príncipes e cavaleiros
porto seguro de guerreiros em campanha
abismo de sacerdotes e poetas de falsidade
o seu corpo é a arena da volúpia dos prepotentes.

Final de Entrega, "Antologia de poetas contra la violencia de género"
Córdoba, 2006.

Apresentamos de seguida em forma de apresentação da obra do autor Juan Manuel González o prologo retirado do último compêndio de poesia do autor, "Hacia el Alba de Nieve, Poesia Reunida"

ITINERARIOS DE LA PALABRA

La palabra poética tiene que ser, ante todo, palabra nueva por excelencia. Quiere ello decir que un poeta ofrecerá mayor o menor prueba de su autenticidad y de su valía en la medida en que la palabra fulja en su poema, deslumbre con naturalidad, nos sorprenda por singular y, en último extremo, sea portadora de un microcosmo, es decir, de versos (mensajes) dentro del propio verso.Bajo este punto de vista, la palabra en los poemas de Juan Manuel González es nueva desde el primero hasta el último de los libros que en este volumen se recogen. Hay en ella una fuerza y una intensidad que la alejan tanto del simplismo prosaico de tanta poesía de última hora como de una tradición acusada, de perfiles excesivamente netos.Así que fuerza e intensidad (fulgor) son las características primordiales de este gran cántico del ser, de este poema de poemas que viene a continuación. Un cántico y un ser que no olvidan ni desprecian el medio en el que existen, pues en él reside precisamente el manantial del canto, la razón de ser del mismo.La naturaleza es casi siempre el lugar de la memoria de los orígenes, el medio en el que el protagonista de estos poemas vive y se siente vivir, en el que goza de lo placentero o lo pleno, sin que por ello ignore el fin a que conducen las innumerables corrupciones de cada cosa, el carácter cíclico del tiempo, lo fugitivo y salvaje de esa realidad suprema y de ese símbolo que es la sangre humana. Nada tiene, por tanto, que ver esta naturaleza enraizada, muchas veces de resonancias cósmicas, con cualquier tipo de ruralismo, costumbrismo, o paisajismo sentimental al fondo.Esta edición de poesía de Juan Manuel, "Alba de nieve", aparece, por otra parte, en un buen momento para establecer diferencias, para abrir nuevos cauces en el más bien monocorde panorama de nuestra lírica. Me refiero a que no le resulta difícil destacar con vigor por su novedad, tanto contra ese simplismo de la cotidianidad fotográfica como contra cualquier tradición o escuela literaria; esas mismas tradiciones que Luis Alberto de Cuenca y Rafael Guillén han fijado muy bien al estudiar la poesía de este autor.Y es que hay en su palabra una fuerza que no es ni del hoy ni del ayer inmediato sino de orígenes muy remotos, los de una memoria primigenia, pura, enraizada en lo telúrico igualmente en su estado puro. Es la fuerza del ser humano que no se ha dejado encantar lo más mínimo por los cantos de sirena de nuestro tiempo, ese ser humano que se ha hecho las preguntas eternas, que son las preguntas de todos. Y este poeta sabe lo principal: que "en la hora de los mensajes" quizá sólo existe "un único mensaje".Enseguida, este afán de definir la realidad, de someterla a concepto, desaparece en el decurso del poema. Y es que la palabra quiere ir más allá todavía; porque estamos ante un poeta que no define, sino que entreabre la realidad y, al hacerlo, el poema acaba siendo mundo de mundos, significado de significados. Aparentemente, la clave del tiempo del poeta pueden ser "tres letras", pero cuando esperamos que nos las entregue en sus significados, que el poema se defina, el autor nos dice que esas tres palabras son sus colores: "una escarlata, una azul, una negra". De esta manera, el poema, que parecía cerrarse ya, se nos vuelve a abrir, queda abierto para el lector en su sentido (oceánico) o sentidos.Las palabras de Juan Manuel González nos revelan mundos nuevos y en ellos los versos (cada una de sus palabras o expresiones) se abren, a su vez, a otros mundos. Este es el fin al que conduce su riquísimo lenguaje, en verdad llamativo dentro del panorama poético de la última década.Es la prueba necesaria para saber que nos encontramos ante la palabra nueva; es decir, la primordialmente poética. Esa palabra que no define sino que nos abre a dos grandes realidades: la que salva al autor y la que salva al lector. Al autor, en el sacrificio que supone toda sincera expresión. Al lector, en el don del Arte que recibe.

ANTONIO COLINAS

Sem comentários: